Idas, vueltas, idas, idas y vueltas de nuevo. Me cuesta, te cuesta, nos cuesta. Nunca pensé decirlo, nunca me imaginé que podíamos llegar al punto de querer estar lejos de nosotros mismos, porque juntos nos hacemos mal, porque somos un vaivén constante que no pone fin porque duele pero duele más en esto que nos convertimos.
Hoy leí una frase que decía "por un lado está eso que querés y por el otro lado lo mejor para uno", pero ahí esta el dilema, que cuando lo que querés no es lo mejor y lo mejor no es lo que querés. Y yo te quiero pero no sos lo mejor para a mi, y yo se muy bien que tampoco soy lo mejor para vos, y cada vez que lo pienso me siento vacía, sin saber que pensar, ni que decir, porque cuando se trata de vos me siento inconclusa, me nublas, me anulas. Y no está bien, obvio que lo sé, y es por eso que hoy te necesito lejos, porque somos constantes desilusiones y para desilusionarme ya esta la vida, vos estas para ilusionarme que es distinto.
Hoy te dejo, capaz que por un tiempo, o quizás para siempre. Me dijeron que los tiempos hacen bien y que los siempre no existen.
Me cuesta, te cuesta, nos cuesta pero caducamos, vencimos.
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