
Sentimientos apáticos se entremezclan con los nostálgicos, y a su vez las ganas de manta y café (porque no hay chocolate caliente) se me antojan cada vez más. Cómo me encantan los días así, grises, algo tristes y salpicados los cristales con mil gotas de agua resbaladizas, no puedo expresar cómo me tranquilizan estos días, cómo me dan vida al saber que no siempre hay sol, que existen las nubes negras.
Hoy saldré para mojarme, porque no hay mejor sensación en el mundo que sentir cómo la lluvia moja tu cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario